De la Familia Real Británica se escriben a diario muchas líneas, ya que en Gran Bretaña están sometidos a un escrutinio constante por los medios de comunicación y todo lo que hacen es noticia. Pues bien, resulta que entre toda esa información sobre sus idas y venidas, nos hemos ido a enterar de que al Príncipe William (segundo en la línea de sucesión tras su padre, el Príncipe Carlos)… le gusta jugar al bingo!
Según hemos podido conocer de la mano de BBC News, en los tiempos en que el Príncipe William (o Guillermo, como solemos leer en ocasiones) estaba en la academia militar completando su formación, tenía a mano desde su residencia una bingo por el que se dejó caer con sus compañeros en alguna ocasión. Su academia estaba en Sandhurst y se trata de uno de los más prestigiosos centros de enseñanza militar del mundo (Winston Churchill y muchos otros pasaron también por allí).
En aquella época el príncipe tenía 24 añitos y estaba interno en la academia (es un consumado piloto), así que alguna noche que tenía libre con sus compañeros debieron decidir acercarse al bingo más cercano a intentar relajarse y divertirse con unos cartones. Según leemos en la web de BBC (que a su vez cita al periódico The Sun), se trataba de una pandilla numerosa y todos pagaron debidamente sus cartones.
Pero lo verdaderamente simpático del asunto es que parece ser que fue una idea del propio Príncipe, que elegía esa noche dónde se iban a pasar un ratio de asueto. Imaginad por un momento cómo se quedaría el equipo de ese bingo cuando vio entrar al joven William, cuyo rostro es conocido para los británicos (y para medio mundo) desde que era muy pequeño.
Nosotros nos preguntamos si William se sabría de memoria los apodos en inglés de los números del bingo, y si los iría cantando conforme iban saliendo. Y es que lo de ponerles motes a los números no es solo cosa nuestra sino que es algo muy común también entre los jugadores anglohablantes. Allí utilizan anecdotario propio y muchas rimas intraducibles pero que os aseguramos que suenan muy bien. Por ejemplo, al diecisiete (seventeen) lo apodan Dancing Queen, como en la canción de Abba. Al veinticuatro, (twenty four) lo llaman Knock at the door (llama a la puerta), y así con los noventa números y sus correspondientes rimas o anécdotas.
Y es que el mundo del bingo tiene muchos lugares comunes que trascienden las fronteras, y ya sea en tierras británicas, italianas, españolas o cruzando el charco, el bingo es un entretenimiento popular y tradicional por el que casi todos pasamos en alguna ocasión. ¿Lo habrá jugado alguna vez el Príncipe William con su abuela, la Reina de Inglaterra?
Algo hemos leído acerca de la afición de la reina a usar su smartphone, así que quién sabe, quizá tiene instalada alguna app para jugar al bingo y se entretiene entre recepción y recepción con este juego tan universal y tan familiar.
