Los bingos siempre han sido considerados pequeños locales de barrio, más vinculados a reuniones de amigos y familiares que a grandes locales de juego, como puedan ser considerados los casinos. Esto seguramente viene de que el bingo es un juego tradicional, perfecto para jugar con los más allegados desde hace muchas generaciones. Acudir a un bingo físico te ayuda a compartir experiencias con otros jugadores y tener la posibilidad de conseguir beneficios mientras juegas a todo un clásico del entretenimiento. Jugarse los céntimos con la abuela está bien, pero hay personas con alma de jugadores que buscan ir un paso más allá.
Y esta reflexión nos lleva a que también hay salones dedicados exclusivamente al bingo que pueden ser igual de ostentosos que salones de juego de grandes marcas. Aunque, al igual que ocurre con los casinos, estos suelen estar situados en grandes ciudades, donde realmente la oferta vaya dirigida a un público mucho mayor. El bingo online es cierto que aporta muchas soluciones para aquellos que no tengan la oportunidad de acudir a estos recintos, pero si tenemos alguna posibilidad, es una experiencia que siempre hay que experimentar. El ambiente es distinto, pero a la vez nos puede traer grandes recuerdos.
Es lo que le sucede a un clásico del bingo en Madrid como el Bingo Las Vegas. Al este del centro de la ciudad, en el distrito de San Blas Canillejas, se encuentra este icónico local con más de 30 años de historia. Tiene 31 para ser exactos y es un establecimiento que ha ganado mucha popularidad gracias a que el famoseo de la ciudad madrileña utiliza este lugar para sus reuniones y para pasar un momento de ocio. Hay mucha clientela que se ha desplazado y se ha hecho habitual de esta sala solamente por ello, aunque cuenta con muchas otras virtudes.
Entre ellas se encuentra el aforo. Este bingo utilizó durante mucho tiempo el mismo local que había tenido durante muchos años el Cine Las Vegas. Estas salas se abrieron en 1960 y su entrada era muy peculiar, puesto que tenías que atravesar un gran vestíbulo hasta llegar a las escaleras del anfiteatro principal. Contaba con más de 1.300 localidades, aunque con el paso del tiempo se fue desgastando económicamente hasta que tuvo que echar el cierre en 1989. Entonces fue sustituido por el bingo. Un bingo que acabó cambiando su emplazamiento 8 años más tarde.
Actualmente, mantiene sus raíces en Ciudad Lineal, pero ha sido capaz de llegar a un aforo de 753 asientos para jugadores, más lo que puede albergar en el resto del edificio, lo que lo convierte en el bingo con más capacidad de toda España y uno de los bingos más importantes de Europa, incluso, también por tener uno de los mejores restaurantes de bingo del territorio español. Es la sala que reparte mayores y más premios de la Comunidad de Madrid y el que tiene las primas más altas. Con eso nos podemos imaginar por qué es elegido por tanto público. Sus dueños afirman que hay gente que les ha seguido allá donde han ido durante casi 40 años y es porque llevan mucho tiempo dedicándose a este sector.
Además, lo que caracteriza a este bingo es que esos jugadores habituales son gente de barrio. Muchos matrimonios deciden pasar por el local antes de la cena para echar unos cartones, al igual que multitud de grupos de amigos deciden pasarse a merendar mientras tachan sus números. Y estos amigos, a veces se llevan sorpresas porque aparecen famosos por este lugar. Hablamos de Jorge Javier Vázquez y su séquito de Sálvame, actores de series españolas de televisión y otros famosos que llegan atraídos por alguna promoción exclusiva que encabezan.
Y no solo la gente mayor es la que llena las mesas, también la gente joven. De un tiempo a esta parte, el Bingo Las Vegas inició una maniobra de readaptación de su campaña de promoción en redes sociales. Comenzó, a partir de 2014, a potenciar sus perfiles y a estar cada vez más activo informando de promociones, sorteos, patrocinios, eventos, fiestas, etc. El objetivo era crecer en la red y aprovechar el canal tan bueno de la vida en internet para ampliar clientela. Funcionó a las mil maravillas porque pronto otros bingos comenzaron a hacer lo mismo y a imitar este estilo.
Ahora podemos ver a perfiles de otros bingos y casinos mantenerse activos de forma permanente en la red. Otros bingos de Madrid también lo hicieron al ver los buenos resultados de su competidor. Encabezó una revolución a través de todos los canales posibles que le ofrecieron las redes sociales, incluso en Snapchat o Google+. Además, tienen comprobado que una buena parte de la gente que acude al local les han conocido a través de las redes y han decidido probar suerte. La ambientación del lugar, hay que reconocer que también acompaña.
La sala tiene una parte cerrada con techo retráctil que permite jugar al bingo mientras estas observando el cielo de Madrid. Sus acabados en vidrio y sus juegos de luces te transportan a la ciudad del pecado, a Las Vegas, y de ahí su nombre. El photocall probablemente es uno de los lugares preferidos para inmortalizar el momento del paso por el local, y es que sus servicios les ayudan a que se les conozca. Partidas especiales cada hora, muchos sorteos, decoración exclusiva para eventos importantes del año, slots de bingo y videobingo, bingo electrónico también y máquinas recreativas.
Para pasar una noche completa hay una carta con menú diario que se va actualizando y servicio de coctelería. Igualmente tiene servicio de parking exclusivo con capacidad para 200 plazas, y zona de fumadores y no fumadores. Un salón de esos que es de parada obligatoria para lugareños, público especializado que quiera conocer los bingos de Madrid y turistas que quieran conocer el fondo de las raíces de la ciudad capital de España. Eso sí, con su toque glamour.