Una victoria de bingo muy fugaz

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Hay personas que para los juegos de azar parecen tocadas por una varita. Todo o casi todo consigue salirles bien, incluso cuando más difícil parece la hazaña. Ocurre principalmente en muchos juegos de casino online, pero también el bingo tiene su especial recorrido en dicho apartado.

Y una vez que el bingo se dejó de practicar solo en bingos físicos y se trasladó también a los bingos online, crecieron las posibilidades de que este tipo de personajes aparecieran. Y al final aparecen, vaya si aparecen. A más de uno dan ganas de dejarle nuestros cartones de bingo para que los bendiga. A ver si así cambia nuestra suerte.

Solo hay que mirar casos como el de Mavis Wanczyk, una estadounidense que se llevó un premio de los más grandes de la historia, o el caso de John Orchard y un bote que le ayudó a retirarse para el resto de su vida.

Pero ninguno de ellos son comparables al caso de Darryl Howe. Otro afortunado al que le costó varios días darse cuenta de que había ganado y que por su actitud parecía que no tenía demasiadas esperanzas ni si quiera en conseguir algo apostando. Pero a veces la vida recompensa a quien menos te lo esperas.

Howe apenas había jugado al bingo alguna vez en su vida, como mucho había realizado alguna apuesta al videobingo, pero nunca había sido un fanático o un interesado en el tema. Pero la suerte no mira por este tipo de cosas. La suerte simplemente aparece y hace que algo impresionante suceda.

Darryl lo disfrutó en primera persona con una victoria en un bingo que ya es histórico. Lo es porque en un juego del tipo Bingo 90 tan solo necesitó 23 números para cantar bingo. Hablamos de que un cartón cuenta con 15 cifras y para poder llevarse el gran premio tienen que aparecer todas ellas. ¿Pero que aparezcan en tan poco tiempo? Tan solo aparecieron ocho de las que él no tenía. Esto es simplemente espectacular.

Para muchos algún tipo de récord mundial, el bingo conseguido con más rapidez en todo el mundo. Y además con una cantidad ganada de 18.000 libras, lo que vendrían a ser en Europa más de 21.000 euros. Nada mal para un inglés que por primera vez se decidía a jugar en línea. Cuando el operador contactó con él apenas se lo podían creer.

Y es que Howe es un tipo de la localidad de Moreton-in-Marsh, un pequeño asentamiento de poco más de 4.000 personas situado en el condado de Gloucestershire, al sur de Reino Unido. Su trabajo era el de mantenimiento de jardines, por lo que no tenía una vida dedicada ni al juego ni a las apuestas.

Sin embargo, decidió un día que podía tratar de conseguir algunas ganancias extra a través de su computadora y en la comodidad de su casa. Como muchos de los jugadores comienzan. Y abrió una cuenta en un operador inglés en el que se permitía jugar unas partidas de bingo, allá por el año 2010.

Apenas habían pasado unos 40 minutos desde que confirmó su cuenta de juego, cuando compró los cartones que a la postre le darían como ganador del premio y de un bingo totalmente de récord. Pero lo mejor es que él ni si quiera fue consciente de ello.

Tuvieron que pasar dos semanas para que Howe se enterara por una llamada telefónica de que había sido agraciado con algunos miles de libras. El inglés no volvió a abrir su computadora y por tanto no fue consciente en ningún momento de lo que estaba ocurriendo. Y encima habiendo batido un récord.

Al enterarse de la noticia y trascender esta a los medios de comunicación, los expertos en probabilidad hicieron rápidamente los cálculos y decretaron que las posibilidades de hacerse con un bingo de esas dimensiones con apenas 23 bolas extraídas era de 93.000 millones a uno. Sencillamente espectacular.

Darryl informó de que parte del premio lo utilizó en hacerse con una nueva camioneta con la que poder realizar de mejor manera su trabajo. Pero el resto de las ganancias todavía no tenía decidido en qué las gastaría. Aunque no fuera un premio tan cuantioso como hemos visto en otras oportunidades, a nadie le amarga un dulce de ese calibre.

“Me quedé totalmente atónito cuando me dijeron lo extraordinaria que había sido mi partida y las probabilidades que había de que sucediera lo que sucedió”, dijo Howe en algunas entrevistas que dio posteriormente. “Cuando gané supuse que solo era la suerte del principiante”, añadió.

“Ninguno miembro de nuestro personal ni ninguno de nuestros clientes con una amplia experiencia en los juegos de bingo habían visto jamás que una partida se desarrollara con tanta rapidez como esta. Está claro que es un récord y lo estamos explorando”, dijeron desde el operador en aquel momento, aunque más adelante se darían cuenta de que en efecto lo era.

Cosas que suceden en los bingos e historias que quedan para el recuerdo. No solo en España suceden este tipo de cosas, también en otros países con menos tradición por esta disciplina ocurren los milagros.


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